"El mar no pertenece a los déspotas. En su superficie los hombres podrán aplicar sus leyes injustas, reñir, destrozarse unos a otros y dejarse llevar por horrores eternos. Pero, a diez metros bajo el nivel de las aguas, cesa su reinado, se extingue su influencia y desaparece su poder. En el fondo del mar sólo existe la independencia. Ahí no reconozco voz de amo alguno. Ahí soy verdaderamente libre..."
Un grupo de científicos y submarinistas, viajan por bajo el mar,
buscando lugares donde podrían encontrarse movimientos sísmicos, con
tal de evitarlos. En sus misiones, descubrirán lugares ocultos bajo el
mar donde el hombre no ha llegado jamás, así como criaturas
inimaginables... (FILMAFFINITY)
"La Vuelta Al Mundo Bajo El Mar" es una película, Aventuras, dirigida por Andrew Marton en 1966, estrenada el 13-10-1969 Madrid: Albeniz.. La Vuelta Al Mundo Bajo El Mar es de nacionalidad extranjera con la participación de Estados Unidos. El estreno en España fue el 13-10-1969 Madrid: Albeniz.
Por distribuidora Empresa distribuidora: CINEDIA S.A. Espectadores: 1.452.655 Recaudación: 221.826,69 €
Crítica de la película.
Sepultada
en mis recuerdos de infancia se encontraba ésta película que, si mi
memoria no me engaña, llegué a ver proyectada en una sala Cinerama. Lo
que recordaba era una aventura típicamente de sábado por la tarde, con
submarinos, volcanos y monstruos marinos; lo que no recordaba, como era
de esperar, era la peculiar historia de amor -más sexo que otra cosa, la
verdad- entre el rudo Brian Kelly y la rubia Shirley Eaton, ambos en la
cima de su breve popularidad, el primero por su participación en la
serie Flipper (1964-1967) -otro de mis placeres infantiles- y la
segunda por su breve contribución a la saga James Bond como la víctima
envuelta en oro de Goldfinger (James Bond contra Goldfinger,
1964). Tras la cámara dos húngaros más o menos ilustres, Andrew Marton e
Ivan Tors, ambos nacidos en Budapest, y el especialista en rodajes
submarinos Ricou Browning, actor, guionista, director y productor, pero
más recordado por su personificación de la criatura en Creature from the Black Lagoon
(La mujer y el monstruo, 1954) y sus secuelas. El resultado, pese a una
trama un tanto idiota que sólo sirve como excusa de las escenas
requeridas, sigue siendo entretenido gracias al buen pulso narrativo de
Marton, aunque sólo sea por el tono añejo y artesanal de sus aventuras y
de las maquetas empleadas en su rodaje.
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